un recuerdo ajeno se atraviesa
en el ocaso del devenir-me
taciturno el viento devuelve
las sonrisas enfrascadas
un dulce y su moho
se despabilan en la punta de las lenguas
yo caminaba con aires de girasol extraviado
cuando tropecé con ese canto
que a veces estremece
arrastrando huellas de vapor
reposé mi cuerpo sobre un banco en ruinas
aparecieron rostros detrás del musgo
Marzo 2014