Terminaron los días de mirar el techo
de pensar en manchas con diversas formas y sentidos,
desde hoy sólo serán manchas;
de regresar de todos los sitios a dónde no he ido,
saludarlos, reencontrarme,
el exilio voluntario de la mente puede llevarnos tan lejos, amigos
y sin embargo, volver la mirada material, reconocer los contornos, palpar otros cuerpos, provoca el desasosiego
no es tan fácil mirar el techo, planear un escape más allá de las manchas,
es un regreso que nadie advierte lo que lo vuelve vano y estólido
y si finalmente las manchas están ahí pero también acá?
hablo del esfuerzo inacabable de dar formas y sentidos.
Lo que no se elabora se repite,
ResponderEliminardicen por ahí...
Habrá que intentar darle otra forma a aquellas manchas.
Un gusto.
Gracias por el mensaje. También para mi es un gusto!
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